Ahorrar en el veterinario: cómo evitar que tus amigos peludos se arruinen

Todos queremos a nuestras mascotas. Gatos, perros, hurones y peludos de todo tipo son miembros de la familia. Comen y duermen bajo el mismo techo. Te dan cariño cuando has tenido un día duro. Tu nevera, tu chimenea y tus redes sociales están llenas de fotos de tus animales haciendo payasadas, como cualquier otro miembro de la familia.

Al igual que cualquier otro miembro de la familia, si una mascota enferma, necesita atención médica. La atención médica a un miembro de la familia, sea peludo o no, puede resultar cara. A diferencia de lo que ocurre con otros miembros de la familia, muy pocas empresas ofrecen seguros veterinarios.

Esta desafortunada circunstancia puede llevar a las familias a tomar decisiones trágicas. Si su fiel amigo peludo necesita atención médica para salvarle la vida o medicación diaria para mantener a raya condiciones peligrosas, los costes pueden aumentar rápidamente. Sin embargo, no es fácil poner precio a la vida de una mascota. Si hay varios animales implicados, las facturas veterinarias pueden convertirse en una verdadera fuente de estrés. Pero dejar morir a una mascota por culpa de los costes puede causar estragos en tu bienestar emocional.

No hay respuestas fáciles a estas decisiones, y a veces son inevitables. Sin embargo, puedes tomar medidas para evitarlas. Veamos tres medidas que puedes tomar para mantener a salvo a tus amigos peludos y a flote tu cuenta de ahorros.

Abastecerse de un botiquín veterinario

Muchas crisis sanitarias de las mascotas pueden tratarse con una mano compasiva y algunas intervenciones básicas. Rasguños, quemaduras y contusiones pueden tratarse sin intervención profesional. Muchos incidentes de ingestión accidental pueden resolverse con una consulta experta y un poco de cariño.

Un botiquín de primeros auxilios para mascotas se parece mucho a un botiquín de primeros auxilios para humanos. Debe tener material para cortes y rozaduras, como gasas, esparadrapo y un spray o crema antiséptica. Para las enfermedades generales, necesitas un termómetro para comprobar si hay fiebre (asegúrate de conseguir un termómetro para la fiebre; los mamíferos pequeños tienen una temperatura corporal natural de entre 100 y 103 grados), difenhidramina (Benadryl) para las reacciones alérgicas y peróxido de hidrógeno para inducir el vómito si es necesario. También hay que incluir carbón activado o leche de magnesia para evitar intoxicaciones accidentales. Otras cosas que hay que incluir en un botiquín de urgencia son una manta, una correa y un bozal.

Puede que te asuste ponerle un bozal o sujetarlo, pero intenta verlo desde su perspectiva. Tu mascota está sufriendo y confía en su instinto. Ponerle el bozal te ayudará a sentirte más tranquilo y seguro, ya que no te preocupará que te muerda. Esa calma se trasladará a tu mascota, que será más fácil de atender cuando esté un poco menos asustada.

Antes de tomar ninguna medida para curar a tu mascota, habla con un experto. Muchos veterinarios tienen un horario de atención de urgencias en el que pueden orientarte sobre primeros auxilios básicos. La ASPCA también dispone de un número de control de envenenamiento de animales en el que puede hablar con un representante formado. Ellos podrán indicarle si necesita inducir el vómito, qué dosis de carbón activado administrar o si necesita buscar ayuda veterinaria en persona inmediatamente.

Negociar

La mayoría de los veterinarios ejercen porque aman de verdad a los animales. Quieren ayudar a su mascota a sentirse mejor. Si no está seguro de su capacidad de pago, sea sincero al respecto. Puede que tenga varias opciones.

Los medicamentos recetados pueden surtirse en otro sitio con un ahorro considerable. Las farmacias en línea suelen ofrecer precios rebajados en muchos medicamentos, y los medicamentos para animales no son una excepción. Estas instituciones pueden requerir una llamada telefónica o un fax de su veterinario, pero la mayoría de las oficinas veterinarias están bien equipadas para proporcionar esa autorización. Cuando su veterinario le recomiende un medicamento, pídale una receta por escrito para poder comparar precios.

También puede negociar el coste de un procedimiento. Los veterinarios pueden conocer organizaciones benéficas locales que ayudan a financiar el cuidado de animales necesitados. También pueden estar dispuestos a reducir ellos mismos el coste o a elaborar un plan de pagos con usted. Nadie, y menos el veterinario, quiere que se pierda la vida de un animal por motivos económicos.

Considere la posibilidad de contratar un seguro para su mascota

Un "seguro para mascotas" suena a lujo ridículo para los más ricos. En realidad, no es diferente de cualquier otro tipo de seguro que proteja contra una calamidad costosa. Comparados con una urgencia veterinaria, estos planes son muy asequibles. Si tiene una mascota mayor, merece la pena considerarlo.

Los programas como PetAssure ofrecen un 25% de descuento en cualquier servicio veterinario que necesite en veterinarios "de la red". No hay franquicia ni límites o exclusiones. A 100 $ al año por un perro, el programa ofrece un ahorro considerable.

Todos los aspectos de la atención veterinaria son caros. Los análisis de sangre de un perro, por ejemplo, pueden costar fácilmente 200 dólares. Si necesita dos análisis de sangre en un año, PetAssure se paga solo. De hecho, por término medio, los propietarios de perros gastan entre 500 y 1.000 dólares al año en servicios veterinarios. Obtener un descuento del 25% sobre ese precio por 100 $ es un ahorro increíble.

Otros programas ofrecen más cobertura por más dinero. Healthy Paws, por ejemplo, ofrece una cobertura del 90% por unos 230 $ al año. La cantidad que decidas asegurar es una cuestión de tolerancia personal al riesgo, pero contratar algún tipo de seguro es una forma estupenda de estar tranquilo.

Fuentes:
http://www.humanesociety.org/animals/resources/tips/pet_first_aid_kit.html
https://www.avma.org/public/EmergencyCare/Pages/Supplies-Checklist.aspx
http://thebark.com/content/saving-money-your-veterinary-bills